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22/10/10

Destinos Entrelazados Capitulo 12: La Fiesta




Capitulo 12 La fiesta.
(Corta reseña de la historia del Clan Venice)
Por empezar debería explicarles quienes son los Venice.
Como ya he mencionado anteriormente, estos hombres eran los nuevos gobernantes en la vida de los vampiros.
Cuatro hombres que manejaban la vida inmortal de millones de vampiros en todo el mundo.
Después de una larga votación, fueron elegidos cuatro vampiros de diferentes reinados vampiritos, pertenecientes a diferentes clanes, de diferentes países.
Un Ruso primo lejano de Nikolai Romanov, de un linaje adinerado y ambiciones, muy diferente a su ancestro. El segundo al mando era Anoshad, un Iraní, demasiado déspota, violento. El tercero era uno de los más jóvenes del grupo, Yuri un Japonés proveniente de una familia adinerada, era vampiro hacia unos 100 años.
El cuarto, el mas fuerte y antiguo de los Venice un Italiano pariente lejano de otro hombre importante en la historia de los Vampiros.
Elías, hermano de Félix Vulturi antiguo hombre que pertenecía a la tropa de protección de los Vulturis.
Elías era algo menor a Félix, no eran hermanos de sangre pero si de vida inmortal, habían sido compañeros durante un buen tiempo hasta que sus vidas fueron separadas. Félix se convirtió en uno de los hombres mas allegados al clan de los Vulturis y Elías decidió viajar y conocer otros mundos.
Estos cuatro hombres tenían, diferentes estados de ánimos. Por momentos aborrecían a la raza humana y por otros la adoraban.
Elías se había topado con Edward en uno de sus tantos viajes por el mundo, en busca de nuevas experiencias.
Casualmente se habían cruzado en Argentina mientras Edward se albergaba junto a su familia.
Al principio la idea de que los Cullen vivieran en compañía de una mortal, y que la adoptaran como propia le pareció algo descabellado, pero pronto entendió el amor que tanto le tenían a esa pequeña niña.
Los Venice respetaban las decisiones de cada uno de sus integrantes, a pesar de que al resto la idea de que Muriel estuviera en compañía de vampiros como un integrante más de la familia, no les agradaba mucho.
Pero al saber de la decisión de Elías, respetaron la filiación con esta familia.
Muriel no podía ser tocada por ninguno de los restantes del clan. Eso si ella no estaba a salvo de los otros vampiros.



La fiesta ya había comenzado, cuando llegamos a la gran mansión. Las puertas se desplegaron ante mi, dejando al descubierto a miles de personas que escondían su rostro bajo mascaras de diferentes colores.
Gestos grabados en mascaras de porcelana, sonrisas, tristeza, asombro. Todo en un mismo lugar.
A medida que iba atravesando la sala, en mis oídos resonaba el tema de Nirvana Heart-Shaped Box; sin sentido esa melodía deambulaba por mi mente, mientras atravesaba esa enorme habitación infestada de Vampiros sedientos, de vida ajena.
De cerca tenía a mi padre que no me dejaba ni a sol ni a sombra. Luego de varios pasos llegamos hacia la sima de esta enorme montaña de problemas. Allí estaban parados los 4 hombres que manejaban el destino de cada ser no viviente de esa maldita sala. Incluso manejaban mi vida.
Mi primera impresión de aquella escena era propia de una película. Estos cuatro individuos totalmente enmascarados estaban observando la gran fiesta desde sus lugares, sin mover el más mínimo músculo.
Se podría decir que había cierta paz, aunque algo mezclado con adrenalina de varios de los invitados.
Mire a mi lado, Martín había desaparecido nuevamente.
Edward y mi madre se habían acercado a estos 4 hombres dejándome sola por unos instantes. De golpe una mano toco mi hombro.
- Una copa, señorita.- esa voz la conocía y como no hacerlo si con cada una de sus cercanías, volvía a resonar en mi cabeza como si fuera un disco diciéndome que hacer. Martín se había acercado con una copa de algo burbujeante.
- Gracias.-
- Quizá podríamos bailar.- dijo él.- Como lo hicimos en el baile de verano de nuestra escuela, ¿Recuerdas?-
- Si, lo recuerdo muy bien.- y como no hacerlo, me lo había pasado toda la noche sosteniéndole la vela a su agraciada borrachera.
- Esta vez prometo no beber, tanto como en esa ocasión.- dijo mientras cruzaba los dedos sobre sus labios como si estuviera haciendo un juramento.
- Pero mira quien nos ha visitado.- debajo de esa mascara sin gestos, podía reconocer esa voz, Elías.- Como has crecido pequeña.- dijo y se acerco tanto que se inclino para tomar mi mano y luego besarla. Un saludo un poco antiguo para mi edad, algo muy normal para él.-
- Gracias.- solo eso pude decir, a pesar de que él fuera de lo mas amigable conmigo, no me confiaba mucho.
- Martín, muchacho.- Exclamo al verlo parado al lado mío.- ¿Qué estas esperando muchacho? Esta niña debe ser tuya.- palmeo su hombro y echo a reír.-
- Eso me pregunto todos los días.- Gire mis ojos en dirección de los suyos, creo que incluso debajo de la mascara se me podía ver la furia contenida.- Quizá algún dial deje de ser tan dura conmigo.- nuevamente volvió a hablar, dejándose como victima frente a todos allí.
- Date prisa muchacho, no querrás que otro te gane de mano, este precioso tesoro.- cuando estaba dispuesta a escapar y salir corriendo de allí, mi padre llego.
- Muriel, creo que te llama tu madre.- hice una reverencia, excusándome del lugar
- Disculpen señores.-
Camine al encuentro con mi madre, me mantuve cerca de ella mientras ella cotorreaba de lo lindo con otras mujeres.
Hasta ese momento pensaba que era el único bocado servido para varios inmortales del lugar, pero estaba equivocada. Había más de un humano en la sala.
Dirigí varias miradas, mujeres mayores pero conservadas en rostros de adolescentes bailaban con hombres mortales, mucho mas jóvenes que ellas.
Distraída en mis pensamientos, trataba; suplicaba tener una visión de Nehuen, deseaba con todas mis fuerzas encontrar su rostro en mi mente. Su sonrisa, llena de inocencia que contagiaba mis ganas de vivir, su piel morena, el calor de sus manos al contacto con las mías.
Un golpe brusco me despertó de la distracción. Un jalon entre todo el gentío, había pasado desapercibido ante los ojos de mi madre y peor aun frente a los pensamientos de mi padre.
Me tomo por la cintura, podía sentir su boca pegada a mi nuca, su respiración entrecortada.
Todos estaban abstraídos en sus asuntos, nadie había notado al parecer mi ausencia de la gran sala de baile.
El empujón acompañado de un dolor punzante en mi espalda, daban claras señales que estaba siendo obligada a abandonar aquel recinto.
- Callada.- dijo
- No me hagas daño.- fue lo único que pude decir.
- Eso solo si tú lo quieres.- exclamo con la voz casi eufórica.-
Caminamos uno pegado al otro, como no hacerlo si por debajo de aquel ropaje negro llevaba una navaja, apuntando mis riñones. Un sudor recorría mi frente por debajo de la mascara, el miedo había llegado para quedarse.
A mi alrededor la gente bailaba, se divertía sin sospechar absolutamente nada del numerito que estaba montado Martín.
Cuando menos me lo imagine, quedamos solos. Estaba rodeada de árboles y la espesa niebla se hacia presente entre los matorrales. Solo me estremecía, de cualquier cosa que estuviera pensando él en ese preciso instante. Hasta donde estaría dispuesto a llegar con esta obsesión.
- Tienes que jurarme, que solo estarás conmigo.- dijo metiendo su mano en el bolsillo, sin separarse de mi un centímetro.
- Haré todo lo que quieras, pero te suplico que no me lastimes.-
- Ya te explique que solo lo haría si tu me lo pidieras.- pedirle que me lastime pensé. Pero luego entendí a que se refería
Hurgo en sus bolsillos hasta encontrar aquello que tanto buscaba.- Toma.- dijo para luego enlazar a mi muñeca una pulsera con un pequeño dije.-
- Martín, ¿Qué es esto?-
- Nuestro compromiso de acá en más.- se quito la mascara, para luego arrancar con furia la mía, dejándome al descubierta de cualquier gesto desafortunado ante sus ojos.- Serás solo mía, si así no lo fueras te matare.
El pavor se había instalado en mi cuerpo, nuevamente volví a convulsionar a tener millones de temblores en todo mi cuerpo, estaba profundamente aterrada.
- No podrás, mi padre te descubrirá y te matara.-
- Eso jamás pasara. – exclamo muy seguro de sus palabras.- que ilusa eres, preciosa.- sus palabras se habían convertido en un aire aun mas oscuro que antes.- No te has dado cuenta de algo muy importante, te he estado manipulando todo este tiempo. Tú padre se creía muy astuto pero ni él ha podido contra mi poder.
- ¿Poder?- dije
- Te preguntaras por que estas últimas semanas, te has sentido con sentimientos casi desencontrados para tu conciencia. Es que eres tan frágil, pero tan frágil que puedo entrar en tu mente y jugar con ella, hacer lo que me plazca así como también lo he hecho con tu querido padre.
En ese momento comprendí todo, aquellas ideas de amarlo, de besarlo eran invenciones de él.
Como podía ser tan poderoso, que incluso mi padre había sido engañado. Ahora si que estaba en verdaderos problemas.
- Óyeme bien, si dices una palabra te mato a ti y ese moreno que tanto amas… si Nehuen, te crees que no lo he visto en tus pensamientos. Lo haré chillar como un puerco si hablas con alguien de esto.
- Esta bien, esta bien.- mi voz estaba entrecortada, no paraba de llorar. Estaba realmente aterrada. En menos de 24 horas volveríamos a Forks, no podía acercarme al ser que tanto amaba.
- Sécate esas lagrimas y pon una sonrisa en tu rostro; la sonrisa de una feliz novia al encontrarse comprometida del hombre que ama.
- Pero no te amo.- dije entre llantos.
- Lo harás, te conviene.-
Tomo de mi mano y empezó a caminar, el frío estaba cada vez mas presente en mi cuerpo, ese sudor helado recorría todo mi cuerpo. Estaba aterrada.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

AHHHHHH NOOOOOOOO!!!! ES UN MAL NACIDO!! LO ODIO! LO DETESTO! ES UN MANIPULADOR!!!! OJALA QUE TERMINE MUERTO!! Y ME GUSTARIA MATARLO YO! jajaja
Naty: Despues de este descanso que te tomaste, es un placer volver a leerte, me alegro mucho que estes de mejor animo y la espera fue recompensada con creceres!! jajajaja pero ya quiero seguir leyendoooooooo!!!!! quiero mas!!!!!!!!
te quiero mucho amiga!

adriana lautner black dijo...

wa natalia!ya todo me cuadra amiga! el la estaba manipulando! ..ese vampiro nuevo lincito y lo alboroto ! con lo "mira que tesoro debe ser tuya_" viejo metiche! Marin esta loco ya...y saber que existen amores asi de pasionales! ese tipo no puede meterce con nehuen hay que exterminarlo :( lastima martin tenias tu encanto pro te metes en terreno peligroso... esta super emocionante Nata ansiosa por ler que sucede a donde la llevara?? sera que anunciara copromiso frente a toda sa gente??? es tan ambicioso martin que no me extraña!......

Anónimo dijo...

bien narrado pero es una pena q los personajes sean sacados de libros.

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